El cáncer colorrectal es el que se origina en el colon o el recto. A estos cánceres también se les puede llamar cáncer de colon o cáncer de recto (rectal) dependiendo del lugar donde se originen. El cáncer de colon y el cáncer de recto a menudo se agrupan porque tienen muchas características comunes.
El colon es lo que comúnmente conocemos como intestino grueso y es la parte final del aparato digestivo, sirve para extraer agua y residuos sólidos de la materia fecal, con fines de estudio se divide en ciego, (la parte más próxima al intestino delgado), colon ascendente, colon transverso, colon descendente, colon sigmoides, recto y ano. Cuando el cáncer se origina en las células de cualquiera de éstas estructuras se le llama cáncer colorrectal.
En las etapas más avanzadas de la enfermedad el cáncer suele “viajar” a otros órganos del cuerpo, a esto se le llama metástasis. El sitio de metástasis más común del cáncer colorrectal es el hígado.
Varios factores relacionados con el estilo de vida han sido asociados con el cáncer colorrectal. De hecho, la relación que hay entre la alimentación, el peso y el ejercicio con el riesgo de cáncer colorrectal es una de las más fuertes para cualquier tipo de cáncer.
La enfermedad inflamatoria intestinal es diferente al síndrome del intestino irritable SII, el cual no aumenta su riesgo de cáncer colorrectal
El cáncer de colon o de recto puede causar uno o más de los siguientes síntomas.
Las pruebas de detección se realizan como parte del proceso de determinar la presencia de cáncer o precáncer en las personas que no presentan ningún síntoma de la enfermedad.
A menudo, las pruebas de detección rutinarias pueden encontrar el cáncer colorrectal en etapas iniciales, cuando es más probable curarlo. En muchas personas, las pruebas de detección también pueden prevenir el cáncer colorrectal al encontrar y extraer los pólipos antes de que tengan la probabilidad de convertirse en cáncer.
Algunas pruebas son:
Computarizada es un estudio que utiliza la tecnología de rayos X para producir imágenes del cuerpo. Sirve para determinar con mayor precisión la localización y extensión del cáncer, así como los probables sitios de metástasis.
Esta es una prueba donde el médico extrae una muestra de tejido, es decir, un pedacito muy pequeño del cuerpo donde se sospeche existan células con cáncer, éste se observa al microscopio para poder establecer con certeza si hay cáncer.
Tomografía por Emisión de Positrones, en éste estudio se utiliza un tipo especial de sustancia que hace destacar las células con cáncer y “pintándolas” de diferente color a las células sanas con ello se logra ver con mayor precisión la extensión del cáncer. Es el estudio que comúnmente se usa cuando se sospecha que el cáncer se ha propagado.
Si ya fue diagnosticad con cáncer colorrectal, su médico podría enviarle a realizar una prueba para determinar si hay alguna alteración en el tumor que pueda afectar el tratamiento o bien para determinar el pronóstico de la enfermedad. Este examen se denomina pruebas RAS.
El tipo de tratamiento(s) que su medicó recomendará dependerá de la etapa en que se encuentre el cáncer, así como de su estado de salud general.
Para el cáncer colorrectal, se presentan distintos tipos de tratamiento. Algunos de ellos son: