El melanoma es un cáncer que se origina en los melanocitos, se le conoce también como melanoma maligno y melanoma cutáneo. Aunque el melanoma se presenta con menor frecuencia que otros tipos de cáncer, es más peligroso porque es mucho más probable que se propague a otras partes del cuerpo si no se detecta y se trata a tiempo.
La mayoría de los casos de melanoma, comienzan en la capa superior de la piel (epidermis), donde existe distintos tipos de células: células escamosas: se localizan en la parte más superficial de la epidermis; basales: se encuentran en la parte inferior de la epidermis, llamada capa de células basales; melanocitos: producen el pigmento marrón llamado melanina, lo que hace que la piel tenga un color moreno o bronceado.
La melanina protege las capas más profundas de la piel contra los efectos nocivos del sol. Cuando un cáncer de piel se vuelve más avanzado, por lo general atraviesa esta barrera e invade las capas más profundas, desencadenado en muchos casos, melanoma. Los melanomas se pueden presentar en cualquier parte de la piel, pero son más frecuentes en el tronco (pecho y espalda) en los hombres y en las mujeres, se presentan más a menudo en piernas, también pueden presentarse en cuello y el rostro son otros sitios comunes.
Aunque no existen factores de riesgo del melanoma en específico, se pueden considerar los siguientes:
Por ello es importante la revisión periódica de la piel, para que, en caso de notar alguna señal de este tipo, acuda al dermatólogo o dermato oncólogo, quien será el especialista que indique los pasos a seguir.
Para poder identificar un posible melanoma es importante considerar el ABCDE de la detección oportuna:
Es importante mencionar que no todos los melanomas se desarrollan en la piel en forma de lunares o llagas, también se pueden ubicar debajo de las uñas, en la parte inferior de los pies, dentro de la boca, o incluso en el iris, por lo que la revisión de todo el cuerpo de forma periódica no está de más.
Encontrar el cáncer cuando se encuentra en sus etapas iniciales a menudo permite la posibilidad de contar con más opciones de tratamiento. En algunos casos de la enfermedad en etapa inicial surgen signos y síntomas, pero esto no siempre es así.
Después del diagnóstico, la clasificación de la enfermedad según su etapa proporciona información importante sobre qué tanto se ha propagado el cáncer en el cuerpo, así como información anticipada sobre la respuesta que habrá con el tratamiento.
El tipo de tratamiento(s) que su medicó recomiende dependerá de la etapa y localización del melanoma, así como de su estado de salud general.
Algunas de las opciones de tratamiento pueden ser: